Ensamblajes urbanos: la TAR y el examen de la ciudad – Ignacio Farías (2011)
https://raco.cat/index.php/Athenea/article/download/244663/327685/

All the birds with one stone – Chia Amisola (2024)
Ficción interactiva para el reensamblaje
https://chi.itch.io/all-the-birds-with-one-stone
Palabras del tiempo y del clima – Jussi Parikka & Daphne Dragona (2023)
Formada por analogía con economía, la palabra ecología puede traducirse desde su etimología como la articulación de un refugio – el logos del oikos.
La construcción discursiva de la ecología comienza en el siglo XIX, en el momento en que habitar ya no es posible para un gran número de personas debido a su desplazamiento masivo del campo y a su concentración en centros urbanos de rápido crecimiento por las fuerzas del capital industrial. El discurso de la ecología alcanza ahora su punto álgido, en el siglo XXI, cuando lo que queda del refugio planetario se ve aún más amenazado por los persistentes y acumulativos legados materiales del capitalismo industrial, el principal de los cuales es el catastrófico cambio climático, que genera enormes poblaciones de refugiados climáticos, humanos o no. (Marder 2023)
Las ecologías aparecen en plural para rearticular el refugio, acogiendo el aparato múltiple que queremos poner en funcionamiento desde estos nuevos metabolismos y categorías ampliadas mediante lo climático.
Son el marco desde el que pensar y pueden proponer desde aquí
Ecologías y ensamblajes tienen su origen en autores como Deleuze y Guattari (Farías 2011), y confluyen complementándose para dar cuenta de la complejidad del tejido urbano-territorial y del desplazamiento que produce lo climático.
Nos situamos en la Teoría actor-red (TAR) de Bruno Latour, John Law y Michel Callon, que compone una nueva forma de entender lo social, desde la propuesta de una epistemología que pretende superar una idea de modernidad basada en conceptos dicotómicos y absolutos (como naturaleza-cultura o campo-ciudad), que son ya ineficaces para interpretar y afrontar el momento actual. Parte de entender la complejidad de lo real desde de una trama descentralizada y distribuida de redes interconectadas, que confrontan los modelos lineales del proyecto moderno, y que en este caso compone una imagen clara en la conformación y origen de las ciudades.
Se estudian así redes de actantes, humanos y no-humanos, trazando las redes que estos configuran, con el objetivo de describir su funcionamiento como un tejido continuo entre cultura y naturaleza, para repensar la ciencia y la política conjuntamente.
La TAR en los estudios urbanos, se materializa mediante el concepto de ensamblaje que entiende la ciudad como un objeto múltiple producto de niveles entrelazados que producen una complejidad de afectos, capacidades y tendencias virtuales inherentes.
Comprender esto es abrir las capacidades de acción e interacción desde lo cotidiano, para producir el ensamblaje desde esta composición de elementos nuevos para la gobernanza de naturalezas urbanas y la rearticulación del refugio. Estos procesos de producción del espacio son resultado de un efecto relacional que hay que mantener, sostener y defender, en el objeto múltiple que es la ciudad.
Los ensamblajes se basan entonces en relaciones exteriores entre las partes. Estas relaciones exteriores son posibles por las capacidades de estos componentes o entidades para afectarse mutuamente. Sin embargo, estas interacciones afectivas no constituyen su identidad actual. Los ensamblajes tienen así una cualidad emergente, en el sentido de que involucran conjuntos de relaciones que no se explican a partir de las partes, aunque dependen de ellas. (…) Los ensamblajes urbanos involucran así la actualización de ciertas capacidades de producir la ciudad. (Farías 2011)
Reensamblar
Encontrar nuevas piezas
Mover imagen
Ensamblaje de ida y vuelta
Explorando esta condición de ensamblaje en movimiento, el refugio climático amplía sus dimensiones mediante la interrelación de elementos que antes no entraban dentro de su definición. En una nueva realidad de crisis interrelacionada, se le puede asignar un nuevo papel a la noción envolvente del clima.
En lugar de ser el contexto inactivo, estático e historizado dentro del cual se ubica un objeto arquitectónico, el entorno puede convertirse literalmente en el objeto de diseño en sí mismo. (Parikka & Dragona 2023)
Los reensamblajes que se proponen hacen del paisaje urbano el objeto en disputa. Los desplazamientos en las categorías de definición, análisis y diseño del refugio climático pretenden establecer nuevas conexiones desde las que pensar; reconectar cuerpos y elementos humanos y no humanos mediante una apertura de escala y afecto en el imaginario del paisaje urbano.
Propone también un giro en la manera de comprender, representar e idear los espacios del clima. Desde la planificación urbana y la anticipación de respuestas estratégicas ante la crisis climática, la mirada humana es cada vez más maquínica- el ensamblaje es computacional.
Las imágenes que producen conocimiento sobre el territorio y el clima se articulan desde una visión espacial incorpórea desde ninguna parte. Las superficies de la tierra se capturan, y con la ayuda del aprendizaje automático, ofrecen datos que se pueden estudiar de cerca. Sus superficies se convierten en la verdad
El refugio debe reconfigurarse como artefacto sociotécnico, y en lo urbano, los ensamblajes que propone Ignacio Farías (Farías 2011) se desplazan.
Reensamblar significa tocar el clima y relacionar los cuerpos con las imágenes, tecnologías e infraestructuras contemporáneas para que el conocimiento se produzca y se comparta de manera común: ver, observar, analizar e identificar.
Las imágenes contemporáneas del mundo, ensambladas, están en consonancia con las discusiones actuales sobre cómo reprogramar, reconstruir o restaurar el planeta y sus ecosistemas. (Parikka & Dragona 2023).
¿Cómo generar instrumentos, tecnologías, máquinas, canales
diversos que nos ayuden a observar y analizar de otra manera?